
- Dos personajes
- Un objeto
- Un aspecto
- Una situación
- Un lugar
- Y un final (opcional)
Las cartas correspondientes a nuestro grupo han sido:
- El rey y el ladrón
- Un libro
- Perdido
- Un rescate
- Una cueva
- y se le devolvió a su dueño.
Nosotros hemos creado, a partir de estos datos, una magnífica historia. ¡Esperamos que os guste!
Y si preferís escucharla, aquí la teneis:

Érase una vez un bondadoso rey, llamado Abel, que vivía en un
frondoso bosque. Abel estaba casado con Sofía y juntos tuvieron dos hermosas
hijas: Miriam y Patricia.
Una tarde el rey salió a cazar ciervos. Fue una cacería tan
maravillosa y abundante, que el rey Abel perdió la noción del tiempo hasta
oscurecer. Cuando quiso regresar, se encontró totalmente perdido y no tuvo más
remedio que refugiarse en una cueva.
Jamás la había visto. Era grande y laberíntica. La noche fue muy larga, por lo
que el rey Abel decidió adentrarse en la cueva para comprobar que misteriosos
secretos podría esconder. Tras caminar durante unos minutos, escuchó murmullos.
Al intentar acercarse para pedir ayuda, escuchó como hablaban de un botín. Eran
ladrones. El rey Abel, entonces, se escondió y siguió escuchando. El cabecilla
de los ladrones, Loreno, dijo:
- - Por fin esta tarde conseguimos nuestro más
preciado tesoro: el libro mágico de la vida eterna.
Al escuchar eso, el
rey Abel cayó en la cuenta que del libro que estaban hablando era su libro.
El rey Abel, muy asustado, salió corriendo en busca de
ayuda, pero se perdió por el camino y quedó atrapado en la fría cueva.
-
- ¡Ayuda, ayuda! – dijo el rey. Y se cayó en un
profundo agujero.
Los ladrones, que
escucharon ruidos, fueron en busca de respuestas sobre lo que habría podido ocurrir.
Cuando llegaron al agujero, vieron al rey Abel atrapado. Los ladrones no
querían ayudarle, pero el ladrón Loreno ordenó su rescate.
El rey Abel, como
agradecimiento, les ofreció trabajo para que pudiesen dejar su vida criminal y
ganarse la vida honradamente. Loreno, entonces, le devolvió su libro, y
repartió toda la fortuna a los realmente necesitados, tras observar que el rey,
a pesar de haberle robado el libro, mostró una gran compasión y bondad hacia él
y sus compañeros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario